Bodegas Castillo Monjardín

Porque el marisco marida mejor con un vino blanco

Consejos para maridar marisco y vino blanco Chardonnay

En el caso de los mariscos es mejor dejar a un lado la elección de tintos. El carácter yodado del marisco desaconseja la elección de vinos tintos, pues potenciará ciertos sabores metálicos.

A la hora de maridar el marisco es necesario que los vinos sean muy frescos, minerales y con buena acidez. En general debemos optar por vinos blancos o los conocidos como blancs de noirs, es decir aquellos vinos que se elaboran a partir de variedades tintas, o con coupage (ensamblaje) de estas o con otras de variedades blancas, para obtener como resultado un vino blanco.

Por ejemplo, si vamos a consumir marisco gallego o del Cantábrico, una gran elección puede ser decantarse por los albariños de las Rías Baixas. Estos vinos tienen un aroma muy característico y un sabor más intenso. La variedad albariño mantiene una riqueza en ácidos que muy pocas variedades consiguen en todo el mundo. Esto, unido a una riqueza en componentes aromáticos y de sabor hacen a sus vinos muy identificables y grandes acompañantes para el marisco atlántico.

Los blancos con crianza, maridan perfectamente bien con mejillones, centollos, bogavantes, langosta, langostinos y gambas.

Por ejemplo, la variedad chardonnay, que presenta vinos blancos y aromáticos y está presente por ejemplo en los blancos de la DO Navarra combina perfectamente con la langosta, las ostras o los calamares. Es un vino con grado medio de alcohol y dependiendo de su juventud puede ser más afrutado y seco o tener más cuerpo si ha pasado más tiempo en barrica.

 

Los vinos espumosos, cavas y champagnes también maridan a la perfección con el marisco. ¿Quién no ha maridado alguna vez una ostra con champán? Pues no sólo las ostras encuentran en los espumosos un excepcional aliado, ya que el carbónico alarga el sabor del marisco.

Las almejas o los berberechos combinados con vinos espumosos como el cava casan de una forma fantástica. Y puestos a innovar por qué no optar por espumosos distintos como puede ser uno rosado.

En el caso de los mariscos cocinados a la cazuela o mezclados con otros platos, como puede ser el caso de unas alubias con almejas o unas pochas con almejas una buena idea puede ser maridarlo con un rosado que dan un tono distinto en el paladar al contrastar sabores.

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